Expresar la opinión. Intolerancia. Discriminación. Derechos. Preparación al DELE B2

Otra serie de materiales para aprender a expresar opiniones.

Esta vez hablamos de derechos, de intolerencia, de discriminación.

Por ser niña: documental de RTVE

http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-ser-nina/1551320/

Cattura

 

Y para terminar, una selección de microrrelatos de Eduardo Galeano,

(del libro Espejos, una historia casi universal.):

Fundación religiosa del racismo

Noé se emborrachó celebrando la llegada del arca al monte Ararat.

Despertó incompleto. Según una de las diversas versiones de la Biblia, su hijo Cam lo había castrado mientras dormía. Y esa versión dice que Dios maldijo a Cam y a sus hijos y a los hijos de sus hijos, condenándolos a la esclavitud por los siglos de los siglos.

Pero ninguna de las diversas versiones de la Biblia dijo que Cam fuera negro. África no vendía esclavos cuando la Biblia nació, y Cam oscureció su piel mucho tiempo después. Quizá su negritud empezó a aparecer allá por los siglos XI o XII, cuando los árabes iniciaron el tráfico de esclavos desde el sur del desierto, pero seguramente Cam pasó a ser del todo negro allá por siglos XVI o XVII, cuando la esclavitud se convirtió en el gran negocio europeo.

A partir de entonces se otorgó prestigio divino y vida eterna al tráfico negrero. La razón al servicio de la religión, la religión al servicio de la opresión: como los esclavos eran negros, Cam debía ser negro. Y sus hijos, también negros, nacían para ser esclavos, porque Dios no se equivoca.

Y Cam y sus hijos y los hijos de sus hijos tendrían pelo motudo, ojos rojos y labios hinchados, andarían desnudos luciendo sus penes escandalosos, serían aficionados al robo, odiarían a sus amos, jamás dirían la verdad y dedicarían a las cosas sucias su tiempo de dormir.

Fundación científica del racismo

Raza caucásica se llama, todavía, la minoría blanca que ocupa la cúspide de las jerarquías humanas.

Así fue bautizada en 1775 por Johann Friedrich Blumenbach.

Este zoólogo creía que el Cáucaso era la cuna de la humanidad y que de allí provenían la inteligencia y la belleza. El término se sigue usando, contra toda evidencia, en nuestros días.

Blumenbach había reunido 245 cráneos que fundamentaban el derecho de los europeos a humillar a los demás.

La humanidad formaba una pirámide de cinco pisos.

Arriba, los blancos.

La pureza original había sido arruinada, pisos abajo, por las razas de piel sucia: los nativos australianos, los indios americanos, los asiáticos amarillos. Y debajo de todos, deformes por fuera y por dentro, estaban los negros africanos.

La ciencia siempre ubicaba a los negros en el sótano.

En 1863, la Sociedad Antropológica de Londres llegó a la conclusión de que los negros eran intelectualmente inferiores a los blancos, y sólo los europeos tenían la capacidad de humanizarlos y civilizarlos. Europa consagró sus mejores energías a esta noble misión, pero no tuvo suerte. Casi un siglo y medio después, en el año 2007, el estadounidense James Watson, premio Nobel de Medicina, afirmó que está científicamente demostrado que los negros siguen siendo menos inteligentes que los blancos.

 

 

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